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LA FERTILIDAD GLOBAL COLAPSA… Y PAVEL DUROV DECIDE ENFRENTAR A LA MUERTE ÉL SOLO
los multimillonarios ya están diseñando el futuro humano.
El fundador de Telegram tiene más de 100 hijos biológicos en 12 países, financia fertilización in vitro para mujeres que desean usar su esperma y, según reportes, promete participación futura en su fortuna estimada en 17 mil millones de dólares.
No es caridad. No es filantropía clásica.
Es biopolítica privada en estado puro.
EL CONTEXTO QUE LO EXPLICA TODO— El recuento de espermatozoides masculinos se ha desplomado globalmente
— Las tasas de fertilidad están por debajo del nivel de reemplazo en casi todo Occidente y gran parte de Asia
— Corea del Sur, Japón, Europa y Rusia enfrentan colapsos demográficos estructurales, no coyunturales
Los Estados hablan de incentivos fiscales, guarderías y campañas culturales.
Durov respondió con genética, capital y logística.
¿QUÉ ESTÁ HACIENDO REALMENTE DUROV?Esto no es solo “tener muchos hijos”.
Es un modelo de reproducción élite:
— Selección genética centralizada
— Financiamiento privado
— Incentivos patrimoniales
— Desacoplamiento total del Estado
En términos crudos:
cuando el Estado fracasa en reproducirse, el capital toma el control de la biología.
EL SUBTEXTO INCÓMODOAquí está lo que casi nadie quiere decir en voz alta:
— Las élites sí se reproducen
— Las masas no pueden permitírselo
— El futuro demográfico ya no será igualitario, será heredado
Que Elon Musk responda con “números de novato” no es broma.
Es competencia entre élites para definir quién hereda el mundo.
RIESGOS Y CONSECUENCIAS— Concentración genética y patrimonial
— Normalización de la reproducción como proyecto privado de poder
— Estados cada vez más irrelevantes incluso en su función más básica: reproducir la sociedad
No es ciencia ficción.
Es lo que ocurre cuando la civilización entra en fase de declive demográfico.
Pavel Durov no está “salvando al mundo”.Está demostrando quién sigue teniendo capacidad de actuar cuando las instituciones colapsan.
Mientras los gobiernos debaten por décadas,
los multimillonarios ya están diseñando el futuro humano.
La pregunta no es si esto es ético.
La pregunta real es:
¿Quién va a existir dentro de 50 años… y quién no?
Fuente: WSJ
