Retroceso socioeconómico e institucional en México
Javier Orozco Alvarado
Para nadie es desconocido que en esta nueva era México enfrenta una de sus peores crisis, no sólo por la inseguridad y la violencia que impera en casi todo el territorio nacional, sino también por los altos índices de corrupción, pobreza, deterioro educativo, desigualdad social e impunidad.
De hecho, los datos más recientes presentados por el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), México pasó de 52.8 millones de gente en pobreza extrema en 2010 a 53.8 millones en el 2015. En el mismo periodo, pasó de 19.4% a 20.0% de población con ingreso inferior a la línea de bienestar. Y si comparamos el salario mínimo por hora hombre en cualquier parte del mundo, no existe ningún país en el que se pague menos de 0.50 centavos de dólar la hora como aquí.
Lo que estamos viviendo en México es la consecuencia de la formación de un cártel de partidos políticos que se han volcado en contra de la población; que el saqueo, el autoritarismo, la impunidad, la antidemocracia y la corrupción tienen que ver con la complicidad entre uno y otro para protegerse mutuamente sus fechorías.
Según el IDD (Índice de Desarrollo Democrático) de América Latina 2016, México se ubica actualmente como el país de más bajo Desarrollo Democrático, pues cayó de una manera significativa respecto a 2015.
Si tomamos en cuenta el Índice I, Desarrollo Democrático de los Ciudadanos, podemos observar que México ocupa el 14º lugar de entre los 18 países evaluados; muy por arriba, inclusive de países como el Salvador que ocupa el 11º lugar. Sólo Costa Rica (1º ), Chile (2º ) y Uruguay (3º ) ocupan los tres primeros lugares entre los países más democráticos en nuestro continente.
En cuanto al Índice de Libertades Civiles, Uruguay ocupa el índice más alto con 10.0; le sigue Argentina con 7.5 y, de entre los más bajos, con 5.0 lo ocupa nuestro país. También se puede observar que, respecto a Índice de Condiciones de Ejercicio de Prensa Libre, México ocupa el 1,905, casi al nivel de Venezuela con 2,716; ambos con los índice más bajos si los comparamos con los 8,542 de Uruguay, que es el que se encuentra con los índices más altos en este rubro.
Igualmente, si nos comparamos con otros países del continente respecto al Índice de Democracia de las Instituciones, México se encuentra en el 3,806, casi en el mismo rango que Venezuela 1,508 y Colombia 3,647; los tres muy por debajo del más alto de todo el continente, que es Uruguay con el 9,206.
Es lamentable que un país con el enorme potencial de su gente, sus recursos naturales y su historia, se encuentre tan severamente socavado por la rapiña de su clase gobernante. Y no son ganas de “joder” a quienes dirigen nuestra sociedad, simplemente es exigir más transparencia, más honestidad, más democracia, más inclusión y menos autoritarismo.
Simplemente, es importante considerar aspectos como la Inclusión de Género en el Gobierno, en el que México ocupa un índice de 4,578; muy por debajo del índice más alto, que es Costa Rica con el 8,932.
Así, a partir del IDD podemos, concluir que nuestro país mantiene el más bajo índice en materia de Desarrollo de Democracia Social. Si tomamos en cuenta el Desempeño en Salud, la mortalidad infantil en México se mantiene casi al nivel de los países más atrasados del continente como El Salvador, Perú, Venezuela y Colombia.
En cuanto al gasto en educación como porcentaje del PIB, México se ubica casi al mismo nivel de países más pobres como Ecuador, Nicaragua, Colombia y muy por debajo del gasto que ejercen países menos desarrollados como Bolivia, Honduras, Brasil o Venezuela.
En fin, sólo nos queda pensar y repensar, qué hemos o qué no hemos hecho los mexicanos para merecer estos gobiernos que, lejos de conducirnos hacia la prosperidad nos han conducido a la ruina, no sólo frente al mundo sino ante nosotros mismos.
