El Estado de Israel
Un poco de historia sobre el Estado de Israel (tomada del historiador hebreo y judío secular Schlomo Sand).
Por Santiago Roel , creador del SEMÁFORO DELICTIVO
www.semaforo.mx
La emigración de judíos europeos a Palestina nunca fue una idea atractiva para ellos a pesar de su eterno peregrinar en tierras ajenas y de expulsiones de algunos países europeos durante el segundo milenio.
Los árabes y más tarde los otomanos, permitían la la existencia de una pequeña comunidad judía en Palestina y los judíos europeos pudieron haber emigrado ahi pero no les era interesante la idea de dejar Europa para ir a vivir al desierto. Tampoco eran comunes los viajes de peregrinación al estilo cristiano por razones prácticas y espirituales.
Esto cambia radicalmente a fines del siglo 19 en con los «pogromos» (devastación en ruso), los ataques y linchamientos de la población rusa hacia las comunidades judías. Los judíos rusos empiezan a emigrar hacia el oeste siendo Inglaterra un destino preferido. Y es aquí donde se cocina la idea de un Estado para los judíos. Tres fuerzas operan en este sentido: 1) Los pogromos con el consecuente desplazamiento de los judíos rusos 2) El imperialismo Inglés 3) La incomodidad de los judíos ingleses con la inmigración de los judíos rusos por el temor a que eso generara sentimientos negativos en su país contra el judaísmo.
El sionismo (palabra tomada del monte de Sion en Jerusalem) propone y justifica la creación de un estado judío desde fines del siglo 19. Pero también existía el sionismo cristiano, básicamente en Inglaterra, con la idea de que los judíos deberían ocupar la «Tierra Santa». La idea era que una vez ahi, los judíos deberían convertirse al cristianismo y que eso de alguna manera prepararía las cosas para la salvación del mundo. No entiendo muy bien la lógica religiosa, pero por ahi va el argumento.
Con el debilitamiento del imperio Otomano, Rusia, Francia e Inglaterra hacen un acuerdo para repartirse el botín territorial. Pero los ingleses rápidamente lo incumplen y deciden actuar por vía propia para proteger entre otras cosas el Canal de Suez.
El primer ofrecimiento de los ingleses a los sionistas es Uganda, donde actualmente se ubica Kenya que no es descartado por los sionistas, pero el ofrecimiento toma un giro más interesante cuando Inglaterra entiende que una Palestina ocupada por judíos puede ayudarle a proteger sus intereses en la región de mejor manera. Es obvio que no había muchos ingleses interesados en colonizar Palestina como ya colonizaban Australia o Sud-Africa y entonces los judíos rusos se convirtieron en una segunda opción.
Todo esto sin tomar en cuenta, por supuesto, a la población de alrededor de 700 mil palestinos, entre árabes y cristianos, ni a los alrededor de 80 mil judíos palestinos. El imperio no pregunta y no toma en cuenta a razas inferiores.
Los primeros en oponerse al sionismo fueron los propios rabinos por diferentes razones, algunas metafísicas, como el preponderar la tierra sobre el espíritu, pero además, bíblicamente Moises venía de Turquía y los judíos de Babylonia.
El sionismo crea el mito y los ingleses lo utilizan para sus propios intereses imperiales apoyados por los judíos de cepa inglesa; se trataba de colonizar al mundo, no de recibir inmigración de europa oriental.
Este mito se cristalizó en el Estado de Israel a mediados del siglo XX por lo que todos conocemos: la tragedia del holocausto y el reparto del mundo entre las nuevas potencias.
Pero no debemos enjuiciar a los judíos, todos los estados modernos se crean con mitos, y el Estado de Israel no es la excepción.
De acuerdo a los pensadores judíos más liberales, el Estado de Israel no tiene futuro de continuar con la represión y segregación hacia los palestinos. Israel, de acuerdo a ellos, debe si no por humanidad, por lo menos por conveniencia cambiar su postura. Hay dos opciones, una más revolucionaria que la otra: 1) Reconocer al Estado de Palestina o 2) reconocerle plena ciudadanía a los palestinos dentro del Estado de Israel.
La segunda es más revolucionaria y va en contra del sentido étnico-religioso que el Estado de Israel exige para ser ciudadano. Por tanto, implica la conversión de Israel en un estado moderno, democrático y plural.
Los palestinos han estado luchando por la primera opción y han llegado hasta el terrorismo en su lucha infructuosa. Quizá sea tiempo de que reconozcan su derrota, se declaren ciudadanos de segunda -sin derechos civiles y políticos- y exijan su ciudadanía israelí.
Esa sí es una bomba.
¿Quien dijo Ghandi o Mandela?
¿Quién dijo a ver que opina el Imperio?